Alebrijes
En Mesoamérica, Quetzalcóatl bien pudo haber sido el antecedente de los alebrijes: una colorida y mística especie que llegó a México para proteger la vida y la muerte de los que sueñan.
A partir del año 1927, don Manuel Jiménez en Arrazola, Oaxaca, y en los años cuarenta don Pedro Linares, en la Ciudad de México, hacen uso de estas figuras haciendo historia en el arte popular mexicano, elaborándolos en madera y en cartón, respectivamente.
Hoy, gracias a la impresionante aceptación, los alebrijes se han convertido en una referencia del arte popular.

Fotografía de Adrián Daniel Velázquez Soto, SAMSA, técnica mixta, Colección Miguel Castillo Navarrete. Cortesía del Museo de Arte Popular.