434 - Origen México

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Afirmaba el poeta Carlos Pellicer que “el pueblo mexicano tiene dos obsesiones: el gusto por la muerte y el amor a las flores”. Existe una fecha en el calendario espiritual de los mexicanos en que estos dos elementos concurren: el Día de Muertos.

Es una celebración sin comparación en el mundo que guarda sus raíces más remotas en la conmemoración de los rituales mortuorios de tiempos prehispánicos en sincretismo con los rituales religiosos católicos traídos por los españoles.

En la cosmovisión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares, cuidadosamente puestos en su honor.

Las almas que retornan a la tierra son guiadas por los pétalos de flores —en especial de cempasúchil— que las familias disponen junto a las velas y ofrendas a lo largo de un camino que va desde el cementerio hasta su casa. Los manjares favoritos del difunto se preparan con esmero y se colocan alrededor del altar familiar y de la tumba, en medio de flores, papel picado, calaveras de azúcar y sahumadores en los que se quema el copal.

En su expresión más auténtica, es un acto íntimo, un rito de sencillez doméstica y profundo amor a nuestros ausentes, a quienes no en balde llamamos fieles difuntos. Hasta en la más humilde vivienda se cumple el ceremonial de liberar a la mesa familiar de sus menesteres cotidianos y, por un breve lapso, convertirla en altar, ataviarla con papel de china de los más festivos colores y acompañarla de mole, pulque, dulces y pan que más disfrutaron en vida los homenajeados, cuyos retratos presiden el festejo.

Esta tradición, que se transmite de generación en generación, adquiere diferentes dimensiones de acuerdo con la comunidad en la que se realiza. En las regiones maya, nahua, zapoteca o mixteca esta celebración tiene gran relevancia. Conmovedor, misterioso, risueño, ancestral y único, nuestro Día de Muertos es hoy patrimonio intangible de la humanidad.

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