En 1970, la doctora Evangelina Villegas (Ciudad de México, 1924–2017) comenzó a colaborar con el genetista Surinder Vasal en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con el objetivo de combinar la química de cereales con diferentes ténicas de cultivo para desarrollar una variedad de maíz biofortificado con alto contenido de lisina y triptófano, aminoácidos esenciales que pueden reducir la desnutrición.
Más de dos mil millones de personas en el mundo sufren de “hambre oculta”, ya que consumen una cantidad suficiente de calorías, pero no con la combinación de nutrientes necesarios, lo que provoca daños graves a la salud.32
La doctora Villegas y su equipo analizaron más de 25 mil muestras de granos de maíz al año y proporcionaron al equipo de Vasal datos para sembrar o polinizar distintas líneas experimentales. Una década después lograron desarrollar el maíz proteico de calidad (QPM), una variedad con el doble de lisina y triptófano que el maíz convencional.
Este logro continúa siendo la base para el desarrollo de alimentos biofortificados, de los que existen actualmente 290 variedades que se cultivan en 60 países y llegan a 10 millones de hogares agrícolas aproximadamente.
Los doctores recibieron el Premio Mundial de la Alimentación en el año 2000; Villegas fue la primera mujer en recibir este galardón, además de ser incluida en la prestigiosa lista de Mujeres Distinguidas Internacionales de Alpha Delta Kappa.